Aunque en el mercado digital coexisten entre 2.2 y 2.6 millones de aplicaciones disponibles para descargar, las posibilidades de crear una que sea exitosa, rentable y se sostenga en el tiempo son escasas.
Sin embargo, un grupo de caleños egresados del Colegio Colombo Británico decidió apostarle a este mundo de la tecnología con la creación de aplicaciones.
Quizás ese entusiasmo y ambición por el mundo digital se deba a que “en esta institución educativa, contamos con un programa de tecnología que inicia a muy temprana edad y que continúa hasta que los estudiantes culminan grado 12, de hecho hemos construido dos laboratorios nuevos de tecnología en bachillerato dotados con los útimos desarrollos para que nuestros estudiantes tengan un acercamiento profundo a nuestro programa de preingenieria y diseño.” afirma Catalina Valenzuela Forero, coordinadora de la Asociación de exalumnos.
“En el Colegio nos han enseñando que no existen barreras en lo que podemos lograr, la Mentalidad Internacional y el desarrollo de las competencias requeridas en el siglo XXI, obtenidas al vivir el Continuum Educativo IB, Bachilerato Internacional, nos hace ver que no hay límites, que podemos llegar muy lejos, y romper molde, aprendemos a asumir retos y emprender proyectos acordes a las necesidades del mundo actual.”, agrega.
Y es que de hecho, pese a la voluminosa competencia que enfrentan los creadores de apps, el mercado enorme (5.1 billones de personas utilizan dispositivos móviles en el mundo) es motivación suficiente para que pequeños y grandes desarrolladores y empresarios busquen ganarse un lugar importante en el corazón de sus consumidores y un espacio privilegiado en la memoria de sus dispositivos.
Precisamente en esto han trabajado duro María Alejandra Tenorio y María Isabel Montesdeoca, creadoras de La Manicurista; Gustavo Cardona, de Teaté; Mario Tobón y Camilo Sardi, fundadores de Maestrik y Mauricio Cajiao y Valerio Tedesco, de LookApp, porque aunque miles de aplicaciones nuevas saltan al ruedo todos los días, estas han buscado impactar el mercado de manera diferente y positiva, además de generar empleo.
“Para el Colegio el desarrollo de estas exitosas aplicaciones significa un gran orgullo, es un reflejo de que las cosas se están haciendo muy bien y nos impulsa a continuar formando ciudadanos del mundo, ya que, para nuestros estudiantes, no hay ninguna meta que no se pueda lograr. En el Colegio Colombo Británico el éxito académico, es solo el comienzo de una gran historia.”, afirma Valenzuela.
A continuación, los egresados y emprendedores de la institución cuentan cómo fue su proceso de creación de las app y proporcionan algunos consejos para quienes sueñan con incursionar en el mundo de la tecnología.
La Manicurista, una app de belleza
María Alejandra Tenorio y María Isabel Montesdeoca, egresadas del Colegio Colombo Británico, son las creadoras de La Manicurista, una aplicación que permite solicitar un servicio de pedicure, manicure, un blower o cualquier otra actividad de peluquería,desde la comodidad de su casa. Con esta app las personas pueden tener acceso a una profesional de belleza 24/7.
El desarrollo de esta idea de emprendimiento surgió porque María Alejandra y María Isabel habían padecido la necesidad apremiante que resuelve esta aplicación y de la cual se benefician miles de mujeres al año. Hoy, ya han alcanzado más de cien mil descargas con presencia en Cali, Bogotá, Medellín, Pereira y Armenia, entre otras ciudades.
Para ellas es importante ofrecer un excelente servicio, tanto como crear oportunidades de empleo para madres cabeza de hogar, quienes a la fecha, conforman más del 60% de las 300 profesionales de belleza inscritas, ya que son mujeres que encuentran en La Manicurista el lugar donde pueden sentir orgullo y pasión por su labor.
Por su experiencia, la cofundadora María Alejandra, les aconseja a los emprendedores que quieren desarrollar una App como idea de negocio, tener en cuenta que deben tener un impacto social positivo.
“Todas las aplicaciones deben darle algo a cambio a la comunidad, ya sea a través de beneficios o generando empleo. Debemos aportar para construir país y crecer. Siento que como empresas y como emprendedores hay una ley siempre de causa y efecto, que cuando generamos impacto positivo eso también se ve reflejado en la empresa”, explica Tenorio.
Teaté facilita la vida de los tenderos
Con el propósito de hacerle la vida más fácil a los tenderos y pequeños comerciantes, se creó Teaté. Esta App les permite conectarse directamente con las grandes compañías y otras redes productivas desde la comodidad de su dispositivo móvil.
Según su fundador, Gustavo Cardona, egresado del Colombo Británico en el año 2000, parte de la misión de Teaté es la de empoderar al micro-comerciante para que sea líder pujante de su comunidad. “Con Teaté los micro-comercios son centro de desarrollo de las comunidades”, afirma.
Apalancado en un potente Hybrid-Marketplace, a la fecha Teaté orquesta más de 40.000 transacciones mensuales, que incluyen productos de sus unidades de inclusión financiera y de analítica de datos. Para este año, espera ser una comunidad de más de 45.000 micro-comerciantes en Latinoamérica.
Cardona invita a quienes desean emprender con la creación de una aplicación a “pensar siempre a largo plazo y para el bien común. Buscar oportunidades en las actividades análogas que se puedan digitalizar, teniendo claro que una aplicación móvil no es una empresa por sí sola. Es clave construir mercado rápidamente y asegurarse de que exista un claro beneficio social para todos los grupos de interés”.
Un profesor al alcance de la mano con ‘Maestrik’
Bajar la tasa de deserción educativa en el país fue la meta ambiciosa a largo plazo que se propuso ‘Maestrik’, una aplicación que conecta al estudiante que está buscando refuerzo escolar o al universitario, con una base de datos de más de 1500 profesores expertos en diferentes campos del conocimiento, para que por medio de clases virtuales o presenciales logre fortalecer su desempeño académico.
‘Maestrik’, fundada por los egresados del Colegio Colombo Británico, Mario Tobón y Camilo Sardi, actualmente cuenta con más de 100.000 usuarios inscritos y tiene presencia en 6 ciudades de Colombia, además de algunas en México.
“Ofrecemos un servicio al cliente en todo momento que garantiza la satisfacción con la clase. Resuelve cualquier inconveniente, por ejemplo, si el tutor llega a cancelar la clase, Maestrik consigue otro. Brindamos un acompañamiento antes, durante y después de la clase”, precisa Camilo Sardi.
De esta manera, estos emprendedores descubrieron que el éxito de Maestrik radica en que siempre hay alguien que necesita aprender algo y otro que se lo puede enseñar.
El compromiso en la calidad de lo que se ofrece en una aplicación es lo más importante, según Sardi. “El filtro de calidad y seguridad que empleamos para seleccionar maestros es muy importante, ya que es una persona que va a ir a tu casa, que va estar con tu hijo, bien sea de forma presencial o virtual”, añade.
Con LookApp se gana mientras se compra
LookApp es una plataforma digital por medio de la cual la persona inscrita puede hacer desde auditorías a puntos de venta de alguna empresa (ir a los supermercados y tomar fotos de cómo están exhibidos los productos y cuáles son los precios de las marcas, si están agotadas o disponibles) hasta censos y encuestas de percepción sobre nuevos productos de las marcas de talla nacional e internacional. Y a cambio, reciben dinero por prestar este servicio de parte de la empresa beneficiada, ya que la información que reportan sirve de base para enfrentar a la competencia.
Más de 50.000 personas se han inscrito a esta plataforma, que trabaja con alrededor de 30 empresas, entre ellas Bancolombia, Carvajal, Unilever, Tecnoquímicas y PepsiCo.
Es por eso que sus fundadores Mauricio Cajiao y Valerio Tedesco, aseguran que con LookApp sí es posible ganar mientras se compra.
Estos egresados del instituto buscan expandir su mercado a México y ven potencial de crecimiento en toda Latinoamérica.
Por su experiencia, Mauricio Cajiao les sugiere a los emprendedores ser conscientes de que el mundo digital siempre está evolucionando. “Nosotros arrancamos a hacer la primera versión de nuestra aplicación con la última tecnología que había en ese momento y al año cuando la estábamos terminando de perfeccionar ya esa tecnología estaba obsoleta y tuvimos que volver a empezar con una nueva. Puede ser un poco asustador, pero esa es la dinámica y hay que mantenerse vigente en el tema de tecnología para poder brindar o estar a la vanguardia en este mundo digital”.
Información tomado del periódico El País